Colombia y la economía global están pasando por un momento de bastante tensión, por la falta de productos o materia prima que no llega a sus puntos de destino. Sabemos que desde los inicios de la pandemia del Covid-19, fue un golpe bastante duro para la economía, dado que muchos negocios cerraron o pausaron sus procesos de producción por ajustarse a las nuevas exigencias de salubridad para evitar propagaciones.
Pero no todo fue malo, la pandemia también fue una oportunidad para que muchos empresarios o emprendedores trasladaran sus servicios a un entorno digital, la aparición del teletrabajo fue un alivio para la economía y para algunos trabajadores.
Pero ¿Esto que tiene que ver con el desabastecimiento de productos a nivel global y la acumulación de contenedores en los puertos?
El desabastecimiento se debe a varios factores, el primero es a las solicitudes de consumo de las personas, la pandemia nos llevó a un confinamiento que imposibilito a los amantes de los viajes, familias o personas que buscaban salir un tiempo de sus casas y viajar los obligo a ver y anhelar sus destinos turísticos desde la pantalla de sus celulares, y buscar otras formas de entretenimiento y consumo desde sus casas, lo cual nos lleva a nuestro segundo punto, la compra de dispositivos electrónicos para el teletrabajo se disparó, también la necesidad de los estudiantes por seguir estudiando obligo a los que no contaban con un celular o un computador a adquirirlos para seguir estudiando desde la virtualidad y con la llegada de diciembre a puertas de las festividades navideñas tampoco dejan un panorama alentador, la cercanía de estas fechas, donde la compra de juguetes, ropa comida y electrodomésticos aumenta, siendo la época de oro para muchos comerciantes, pero la situación de los productos y materias primas estancados en los puertos hace que las cosas se vean complicadas para todas las industrias y la economía de todo el mundo.
El confinamiento hizo que las personas tuvieran más necesidades de compra, el Ecommerce es la herramienta por la cual la gente sigue adquiriendo sus productos, pero adquirir es una forma de llamarlo, puesto que de nada sirve que las personas sigan comprando y comprando, si las solicitudes que hacen se ven entorpecidas por el tiempo de espera en los puertos, lo que convierte una solicitud de compra, que usualmente no demoraba días, se convierta en una espera de semanas e incluso meses.
En estos momentos y desde hace unos meses atrás por inicios de la pandemia la exportación de materia prima se encuentra en un cuello de botella, los puertos se encuentran estancados por la acumulación de contenedores y los buques en “sala de espera” para poder descargar su mercancía, lo que agrava la situación es que no hay personal suficiente para transportar y desocupar los contenedores, pues los protocolos de bioseguridad hacen que los procesos sean mas lentos y entorpecidos por la inspección de materiales que llegan a los puertos, agregando que los contenedores desocupados en su totalidad no salen del puerto cuando están vacíos, de 100 contenedores que llegan 40 regresan Asia para ser usados nuevamente, dando respuesta al porque no solo hay escasez de materia prima, sino también de contenedores.
Los problemas se acumulan y se ven reflejados en los precios, pues la poca oferta que hay de materiales y productos hace que aumente la demanda por parte de los consumidores, en consecuencia, los empresarios tienen que subir los precios, entre más escasea algo más va a subir, también porque deben compensar los precios de su transporte, el precio por contenedor antes de la pandemia oscilaba entre los US$ 3000 a US$ 4000 este valor en la actualidad subió a US$ 11.500.
Las mediadas que tomaron algunas empresas ante su visión de prevenir el desabastecimiento, fue hacer la compra de materiales anticipada y en mayor cantidad, acaparando los materiales o los productos sobre todo como les había mencionado anteriormente estamos a puertas de diciembre, la época en la que la población compra más cosas como juguetes, comida, adornos navideños, ropa e incluso el licor. Esto es una preocupación constante para los mercaderes que reciben los productos que llegan de exportación, pues la tentativa de que se queden rápidamente sin productos y que también deban alzar sus precios, no pinta nada bien para una época tan colorida y llena de abundancia como la navidad.
